Todo parecía indicar que en este décimo álbum bajo el nombre de Eels, Mark «E» Everett se alejaría de arriesgados experimentos sonoros y continuaría con la tendencia iniciada en esa especie de trilogía que fue Hombre Lobo, End Times y Tomorrow Morning. Pero en este disco, el primero grabado en su propio estudio y el primero escrito en colaboración con el resto de su banda, el proceso compositivo ha sido más libre dando posibilidad a la banda de retornar al espíritu experimental de discos como el aclamado “Electro-Shock Blues” de 1998. Así el blues retorcido de “Peach Blossom” o las eternas comparaciones con Tom Waits en “Bomb Away” recuerdan a ese gran disco manteniendo a lo largo de todo el minutaje el oscuro lirismo, parte melancolía parte desesperanza, que ha acompañado las canciones de Mr. E desde el principio de su carrera. Por eso podemos decir que, pese a que las primeras escuchas sean difíciles, tras las mismas nos encontramos ante un gran trabajo de Eels.
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Rock In Focus 